>> Cuando uno abandona el modo habitual de considerar las cosas y únicamente considera su naturaleza; cuando se entrega con toda la fuerza del espíritu a la intuición y se sumerge en ella por entero, y deja que su conciencia se llene con la apacible contemplación del objeto natural presente en ese momento: uno "se pierde"; olvida su voluntad y su individualidad y solo es puro sujeto, espejo del objeto, de tal manera que ambos dos son la misma cosa << - A. Schopenhauer.